Gracias a la acción voluntaria, las asociaciones empezaron a andar y gracias al trabajo del voluntariado han seguido ofreciendo apoyo a las personas con TEA y a sus familias. Para muchas asociaciones, el trabajo con voluntarios es una seña de identidad.
Los voluntarios y las voluntarias deben:
- Tener empatía y motivación.
- Adquirir un compromiso con las personas.
- Mostrar confidencialidad y discreción.
- Capacidad de fomentar autonomía e inclusión.